Oración a Santo Tomás

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La oración a Santo Tomás de Aquino nos ayuda para obtener dicha, felicidad y fortaleza ante circunstancias adversas. También es utilizada por los estudiantes para obtener sabiduría.

En este artículo conocerás las mejores oraciones a Santo Tomás y la historia de este increíble Santo.

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    Oración de Santo Tomás de Aquino

    La oración a Santo Tomás realmente es algo larga. Pero en ella se pide prosperidad y mucha fortaleza ante la adversidad. Que no haya cosas malas que nublen la visión y siempre se busca también lo mejor para todos los seres que te rodean.

    Dame, Señor y Dios mío,

    que no decline, ni en la bonanza ni en la desgracia;

    que no me ensoberbezca en alguna cosa,

    ni me deprima en otra;

    de nada goce o me duela

    sino en lo que me lleve a ti o me aparte de ti.

    A nadie desee encantar,

    ni a nadie tema amargar, sino a ti.

    Sea para mí insignificante todo lo pasajero,

    y sea para mí querido todo lo tuyo.

    Que me harte el gozo de lo que sea sin ti,

    que no desee nada que esté afuera de ti.

    Que me goce el trabajo hecho por ti,

    que me sea arduo todo descanso que sea sin ti.

    Otorgarme, Señor, dirigir constantemente el corazón hacia ti,

    y que en mis laudos sepa dolerme con el propósito de la rectificación.

    Hazme, Señor y Dios mío,

    obediente sin objetar,

    pobre sin ser miserable,

    casto sin perversión,

    paciente sin murmuración.

    Obediente sin ficción,

    contento sin disolución,

    afligido sin abatimiento,

    maduro sin fastidio,

    ágil sin ligereza,

    temeroso sin desesperación.

    Que sea sincero sin falsedad,

    que haga el bien sin ser creído,

    que corrija al prójimo sin presunción,

    que lo edifique con la palabra y el ejemplo.

    Concédeme, Señor, un corazón:

    vigilante, que ninguna curiosidad lo aparte de ti,

    noble, que ninguna autoridad indigna lo corrompa,

    recto, que ninguna intención funesta lo desvíe,

    firme, que ninguna amargura lo debilite,

    libre, que ningún afecto violento lo reclame.

    Confiéreme, Señor Dios mío,

    inteligencia que te conozca,

    actividad que te busque,

    sabiduría que te encuentre,

    conducta que te agrade,

    constancia que te espere confiada

    y confianza de que un día al final te ceñiré.

    Concédeme aguantar ya aquí tus castigos como penitencia,

    servirme de tus beneficios por tu gracia,

    y gozar de tu gozo en la patria para tu gloria.

    Tu que vives y reinas y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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    Oración a San Tomas para pedir sabiduría

    San Tomas fue una persona bastante culta y que siempre estuvo muy interesada en el conocimiento. Aprender nuevas cosas y dar al mundo a conocer todo lo que se encargaba de recopilar eran parte esencial de su ser. San Tomas es considerado como santo de los estudiantes. Entre sus aportaciones teológicas dejo una oración muy bien fundamentada para que todos los estudiantes pudieran repetir.

    La plegaria que San Tomas hizo pide que la claridad divina se pueda disipar en las tinieblas de cada una de las personas que usan está oración. Como tal, Dios es luz para la inteligencia de los seres humanos. Así que como tal los principales efectos es que la fe se encarga de iluminar la inteligencia.

    Si como estudiante no se tienen las ideas claras, está oración será buena que se diga antes de ir a dormir, para que al día siguiente habrá mucha luz y ya vas a poder hacer que tus ideas se materialicen.

    Confiéreme, Dios compasivo,

    el poder anhelar con entusiasmo aquello que tú apruebas,

    buscarlo con sensatez, reconocerlo con verdad,

    cumplirlo con finura, para adulación y gloria de tu nombre.

    Pon orden en mi vida,

    y concédeme consumar con lo que tú quieras que yo haga,

    como se deba hacer y de la forma más útil para mi espíritu.

    Déjame ir hacia ti, Señor,

    por un camino seguro, recto, agradable y que me lleve hasta la meta,

    un camino que no se pierda entre las prosperidades y las adversidades,

    para que yo te agradezca la bonanza y que en la adversidad tenga estoicismo,

    no dejando que las primeras me exalten, ni las segundas me venzan.

    Que nada me contenta, ni me acongoje,

    más allá de lo que me lleve hacia ti, allá donde quiero alcanzar.

    Que no quiera ni tema no encantarle a nadie que no seas Tú.

    Que todo lo transitorio se vuelva vil ante mis ojos por ti, Señor,

    y que todo aquello que te toque sea querido por mí,

    pero tú, mi Dios, lo serás más que todo…

    Que yo no quiera nada más que no seas tú…

    Asígname, Señor Dios, una agudeza que te conozca,

    una satisfacción que te busque, una sabiduría que te halle,

    una vida que te condescienda,

    una perseverancia que te espere con confianza

    y una confianza que, al final, te posea.

    Concédeme estar desolado de tus penas por la expiación,

    usar el camino de tus favores para la gracia,

    regocijarme de tus regocijos, sobre todo en la patria para la gloria.

    Tú que, siendo Dios, vives y reinas por los siglos de los siglos.

    Un poco de historia

    Santo Tomás de Aquino fue considerado un excelente teólogo y filósofo italiano. Es uno de los grandes representantes de la filosofía escolástica medieval y llegó a estudiar muy profundamente la teología cristiana. Recibió grandes aportaciones de San Agustín de Hipona.

    Fue hijo de una familia influyente de la vieja Italia meridional. Sus padres fueron impulsores de su excelente carrera eclesiástica. Considerado como Santo de los Estudiantes, hay que orarle mucho a Santo Tomás para que pueda ir mejor en la vida.

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