Oración a San Fermín
Si estás buscando una oración a San Fermín entonces déjame decirte que has llegado al sitio correcto, porque aquí te presentaremos las mejores oraciones hacia este santo, venerado en España y alrededor del mundo también.
Oraciones a San Fermín
A continuación te presentaremos las principales oraciones a San Fermín para que encuentres aquella que más se adapte a lo que necesitas.
Oración a San Fermín más popular
Te presentamos la oración a San Fermín más conocida para que puedas pedir o agradecer lo que tú necesites.
Inmolado y célebre San Fermín,
por el inmenso amor que le tienes a Jesús y María,
danos la gusto de saber, estar al tanto,
amar y aprovechar a Dios de tal manera como tú lo has dispuesto.
Por la excepcional integridad de corazón y la espiritualidad con la que viviste,
muéstranos la manera de huir a los pecados.
Por la fe que siempre le tuviste a Dios,
demuéstranos la manera de aceptar siempre su misericordia.
Por la gracia de tu muerte,
danos la dicha de vivir, progresar, decaer y agonizar siempre en cristianismo
amando la santa cruz hasta el final de mis días.
Aquí hago mi petición.
Oh Dios, tú que nos has brindado al mártir y glorioso San Fermín,
un implacable luchador de la fe católica,
bríndanos la dicha de poder predicar y
compartir nuestra fe de tal manera que él lo hizo,
para que vitoreamos próspera y sensatamente, en una vida llena de respeto,
siempre en acuerdo con el aviso de amor y fe que avisamos.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
Amén.
Oración a San Fermín para éxito y prosperidad
San Fermín es un santo que ayuda a las personas a tener o acercarlos al éxito, que todo lo que ocurra en la vida sea para poder prosperar. Son de las cosas que más anhelamos en esta vida y una oración a San Fermín para la prosperidad es de lo que necesitamos.
Señor, Padre beatífico, Dios altísimo y inmortal.
gracias te doy Señor, Dios nuestro,
por habernos dado un patrón tan bienhechor,
pues por su valiosísima intervención
se consiguen grandes y señalados favores.
San Fermín, apóstol elocuente del Señor,
que sembraste con exuberancia la semilla de la santa mies que nos lleva hacia el Creador,
que facilitaste y nos sigues facilitando gran auxilio
en las necesidades del cuerpo y del alma:
No olvides que existimos, escucha nuestros lamentos,
y obtennos de Él, que todo lo puede, las gracias que tanto nos hacen falta
para triunfar ante los riesgos y hostiles que nos rodean,
y para salir con bien en nuestros aprietos
Beato santo patrono y eficaz preservador,
que fuiste firme en la fe y poderoso en el obrar
y que agrandado con especial cantidad de honradeces
iluminaste y conquistaste con la luz vivísima de la Palabra
las almas de las gentes para mayor gloria de Dios,
vela por nuestro bien y llénanos de consagraciones.
Te suplico santo compasivo que mejores mi situación financiera
y que apartes de mi hogar tanta problema y ansiedad,
hoy preciso de ti para salir de tanta pena y hambre,
a ti me encomiendo con esperanza mi buen san Fermín
ruega para que derrote y salga airoso en el negocio,
ruega por mi trabajo, por mi familia y por mí.
Tú que tanto te esforzaste para calmar en la tierra al prójimo
cuídanos ahora desde el lugar glorioso donde moras,
vela por cada uno de los que a ti llegamos para que,
siguiendo tu ejemplo y disfrutando tu eficaz ayuda,
logremos vivir santamente en unión con Jesús y María,
y alcanzar la eterna bienaventuranza en el Cielo.
Amén.
Historia de San Fermín
San Fermín es uno de los santos más venerados en España. De acuerdo a los historiadores, Fermín nació como hijo del jefazo romano de Pamplona en el siglo III. Su devoción hacia el cristianismo se debió a un cura francés que en esos primeros años de Fermín se encontraba de paso por la ciudad, por eso, el hijo del jefazo se fue a vivir a Toulouse. En esta ciudad fue donde hizo su máster de obispo, tiempo después regreso a Pamplona donde se dio a la tarea de liberar al pueblo de todas las supersticiones que tenían en aquel momento.
Después de su misión en Pamplona, Fermín regresó a Francia donde comenzó otra misión convirtiendo al cristianismo a los pagos que estaban en este territorio. Finalmente, se mudo hasta la ciudad de Amiens, en Francia. Su final no fue el mejor, porque se vio involucrado con problemas con las autoridades. Aunque no se confirmó, dicen que terminó torturado y degollado. Finalmente, se dio santo sepulcro en Amiens.
El presbítero Honesto que llego a la ciudad de Pamplona romana, fue enviado por San Saturnino para poder comenzar un proceso de evangelización, donde el senador Firmo fue quien dio las vías para que fuera posible la cristianización. Fermín entonces fue adoptado por Honesto a los diecisiete años, fue obispo a los veinticuatro.
Deja una respuesta