Oraciones a San Benito

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San Benito fue un monje, el más importante de Occidente. Redactó la Regla de San Benito, bajo la cual se rigen numerosas órdenes monásticas. Aquí te mostraremos las oraciones a San Benito más usadas por los católicos de todos los tiempos.

Fue un ejemplo de lucha contra el demonio y el mal, y es por eso que se lo invoca para pedir auxilio en el combate espiritual. Como representación de esto los cristianos usamos la Medalla de San Benito, donde se encuentra el poderoso exorcismo aprobado por la Iglesia desde hace siglos.

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    Oración a San Benito para la protección del alma y el cuerpo

    Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes,

    interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.

    Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu.

    Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.

    Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales.

    Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal,

    para que así confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas. Amén.

    Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas.

     

    Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.

    La Medalla de San Benito

    La Medalla de san Benito o Medallón de San Benito ayuda a combatir el mal y las tentaciones que provienen de Satanás, del mismo diablo, máximo enemigo de Dios.

    Es una de las medallas que más sirven en los combates espirituales contra el diablo, por lo que suele ser empleado en los exorcismos.

    La Medalla de San Benito tiene las iniciales del exorcismo en latín, que es una de las oraciones a San Benito más famosas, y dice lo siguiente:

    Crux Sacra Sit Mihi Lux

    Non Draco Sit Mihi Dux

    Vade Retro Satana! 

    Nunquam Suade Mihi Vana! 

    Sunt Mala Quae Libas

    Ipse Venena bibas

    PAX

     

    En castellano se traduce así:

    La Santa Cruz sea mi Luz,

    No sea el Demonio mi guía,

    Retírate Satanás,

    No me aconsejes vanidades,

    Son malas las cosas que tú brindas,

    Bebe tú esos venenos.

    Paz.

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